El film, realizado probablemente en 2010 y estrenado en 2011 indaga con la precisión de un bisturí sobre el funcionamiento de las agencias de inversión de Wall Street y de los hombres que trabajan en ellas, como origen de la crisis actual.
Algunos de estos hombres tienen incluso principios morales, sentimientos, pero … el dinero está antes. En determinados momentos los diálogos se vuelven esclarecedores: «solo somos un instrumento, no es nada personal» …«esto pasaría de todos modos, nosotros solo nos hemos adelantado» … «estas cosas son cíclicas». Los seres humanos siempre estamos dispuestos a encontrar excusas, a absolvernos a nosotros mismos.
Su director, J. C. Chandor, la estrenó en el festival de cine independiente de Sundance. Anteriormente parece que solo había hecho cortos o documentales, lo que cuesta creer ante la excelencia del film: su dominio de los tiempos, el contraste entre la sobriedad o los momentos de patética sinceridad o cinismo despiadado de los personajes. Y todo a través de una luz de tonos fríos y acerados.
Kevin Spacey, Paul Bettany o Jeremy Irons, en unas interpretaciones memorables.
Esencial su visión. Porque de un modo u otro, la fiesta continúa.
