Arte para transformar restaurantes de nueva generación en experiencias
Mi perfil como profesional es más conocido por mi trabajo en arte para hoteles, en el que mis obras visuales se fusionan con la arquitectura y el interiorismo de habitaciones y aras públicas convirtiendo cada hotel en una experiencia de arte inmersivo. Respecto a cómo y por qué consigo crear estas experiencias a partir del arte que desarrollo para cada proyecto de interiorismo es algo de lo que he hablado en mi anterior artículo del blog y que te animo a descubrir a través de este enlace.
En este artículo voy a hablar de un aspecto de mi perfil como profesional por el que soy menos conocido pero cuyo trabajo está evidentemente interrelacionado con el arte para hoteles, hablo ni más ni menos que del arte que he creado para restaurantes.
Si los hoteles de nueva generación, en los que el arte se fusiona con el interiorismo y la arquitectura creando experiencias inmersivas para el huésped nunca antes vistas ni vividas suponen una de las grandes revoluciones en el sector hospitality de los últimos años, el arte fusionado con la experiencia gastronómica sería sin duda la quinta esencia de esta revolución, pues en este caso el visitante alimenta sus sentidos a través de la degustación gastronómica pero también visual y sensorial.
El contexto es sin duda el idóneo para crear propuestas visuales que crucen la línea de lo convencional e inviten al comensal a unirse a una experiencia onírica y envolvente en la que el todo se armoniza bajo la batuta del arte: el arte visual, el arte gastronómico, el arte del interiorismo, el arte de la arquitectura… 4 dimensiones de una realidad paralela en la que el visitante puede fluir libremente a través de la imaginación y las sensaciones.
Un ejemplo de este tipo de experiencias es el proyecto que desarrollé para el restaurante “The View” en la planta 17 del hotel nhow Amsterdam Raí. La espectacular arquitectura y vistas de la ciudad se solapan con un interiorismo enigmático y cautivador, en este contexto se enmarca una inmensa obra visual impresa en tela que recorre la pared del restaurante de margen a margen, incluyendo una esquina que delimita visualmente cada una de las dos partes (el día y la noche) en las que está dividida la obra.
Como parte del concepto del hotel “la mezcla de culturas del mundo”, en el cual expresé mi visión del eclecticismo cultural global que se cristaliza en la ciudad de Ámsterdam a través de las diversas obras de arte visual que desarrollé para que se fusionaran con el interiorismo de habitaciones y áreas públicas, la obra para el restaurante The View es una manifestación explícita de la intensidad visual y el caos de elementos interrelacionados a través del surrealismo y la traslación onírica del arte pop del siglo XXI a un imaginario personal y distintivo que caracteriza la propuesta conceptual desarrollada a través de todas las obras que realicé para este hotel.
En esta gran composición visual mezclo elementos icónicos de diversas culturas del mundo creando y pertrecho, a través de la paleta de color y los matices visuales, una cascada de sensaciones que el visitante puede experimentar mientras degusta la carta del restaurante.
Este es el gran valor del arte enmarcado en los restaurantes de nueva generación: la combinación simultánea de dos tipos de experiencias sensitivas (las visuales y las gustativas) en un mismo contexto físico y temporal.
Como artista y diseñador especializado en combinar arte, interiorismo y arquitectura, la oportunidad de añadir la cuarta dimensión del arte gastronómico a la ecuación me resulta de lo más seductora, la percibo como una oportunidad para ir un paso más allá y poder crear “sensaciones entrelazadas”.
Los restaurantes temáticos donde el contexto físico importa tanto como la experiencia gastronómica son una tendencia en alza que evolucionará durante los próximos años hacia límites inimaginables. Se combinará gastronomía, interiorismo y arquitectura, realidad aumentada y experiencias mixtas (combinando el mundo real con la inteligencia artificial desde nuevas perspectivas). El resultado de estas interacciones creará nuevos paradigmas que nos llevarán a percibir la visita a un nuevo restaurante como la oportunidad de descubrir una propuesta que trasciende nuestra idea actual de “salir a cenar”. Planificaremos cada reserva en uno de estos restaurantes como ahora lo hacemos con un viaje o espectáculo, porque viviremos realmente ambas sensaciones: la de viajar (a través de las sensaciones) y la de vivir un espectáculo en primera persona.
Veo como una oportunidad el poder formar parte de esta revolución y contribuir a su evolución alimentándola con mis ideas y mentalidad visionaria. Mi trabajo para el restaurante The View es un ejemplo de lo que soy capaz de hacer para transformar un restaurante o espacio gastronómico de nueva generación a través de mi arte visual impreso implementándolo en espacios arquitectónicos de forma imaginativa e inesperada. Mis reflexiones en este artículo son el ejemplo de cómo mi ambición artística va mucho más allá del presente y cómo puedo idear estrategias para llevar mi trabajo mucho más allá del espacio físico y sus limitaciones.
Espero tener el privilegio de poder formar parte de más proyectos de este tipo durante los próximos años. Si tienes un sueño para tu restaurante o espacio gastronómico y deseas que te aporte la magia que necesita para materializarse en una realidad, hablemos.